CAMEL

La primera vez que lo escuché fue de manera fragmentaria en una cinta con un sonido pésimo. Sin duda grabado de un LP en mal estado al que algún cabrón le pasara por encima con un arado. A pesar de todo me cautivo. No recuerdo cómo exactamente llegó a mis manos pero estuvo conmigo algunos años. Años de adolescencia en los que lo escuchaba en mi buhardilla con las luces apagadas en plena noche echando humo. Nocturnidad y alevosía. En aquel momento yo no sospechaba que sólo estaba oyendo la cara A, de manera que años después cuando pude oír la versión completa en cd se repitió la magia con el trozo que me faltaba. Pude también continuar con mi historia imaginaria de princesas encantadas, bosques y batallas terribles.
The Show Goose es un disco conceptual basado en un cuento de fántasia de Paul Gallico, una sinfonía roquera, tal vez la obra más brillante de eso que dio en denominarse rock progresivo.
Siempre que lo pongo en mi cadena y escucho a lo lejos esas olas batiendo en las rocas y el sonido de las gaviotas sobre la cabeza del viejo Rhayader, sé que algo hermoso va a ocurrir. Nunca me defrauda.
Parafraseando la vieja máxima publicitaria, hay otros discos en el mundo pero no son este.

El día que Samuel se vaya de casa para vivir su vida espero que se lleve consigo esta maravilla. Sería para mí toda una satisfacción. Claro que tendrá que robármelo desde luego…

¡Ah, y que se joda el post-rock la new wave y los modernos!.

MANÍAS, O TAL VEZ VICIOS

En respuesta a las invitaciones recibidas de otros maniáticos, voy a enumerar algunas de las mías. Aquéllas de las que se puede hablar claro, las otras pertenecen más bien al mundo de la escatología. O de la siquiatría que es algo parecido.

LA PRIMERA y además mi preferida, consiste en mandar SMS absurdos a los amigos en cualquier momento del día o de la noche. Me encanta leer lo que responden. Algunas veces también los llamo a horas intempestivas para joderles el sueño, pero esto sólo lo hago cuando estoy mamado. Siempre me perdonan Benditos ellos.

LA SEGUNDA lleva conmigo desde la pubertad y mi mujer dice que es horrible. Resulta que cuando me pongo neviorso, cosa que ocurre mucho más a menudo de lo deseable, se me da por comerme la barba y el bigote. Es horrible ella tiene razón.

LA TERCERA , me trae por la calle de la amargura y consiste en enfermar al mismo tiempo que mi hijo y curarme el mismo día que él. Un aire nos lleva y otro nos trae.

LA CUARTA, no soy capaz de concentrarme para leer nada más que en la cama y en absoluto silencio, es una limitación. Nunca me explico cómo puede leerse en la playa.

LA QUINTA limpiar el baño siempre en el mismo orden, bañera-espejo-pileta-bide-cagadero-suelo. Cuando lo vario no me queda igual fíjese usted.

En cuanto a las invitaciones no voy a invitar a nadie porque ya estáis todos invitados. En todo caso a FROM HELL que todavía no se animaran en el momento el que colgué este post.

Como decía el difunto de TOM " el hombre no es un animal de costumbres sino de manías" o de vicios, quién sabe...

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Tengo un amigo músico que asegura ser capaz de tragarse un spaghetti y, con un brusco espasmo de la tráquea, expulsar uno de sus extremos por la nariz mientras el otro asoma intacto por la boca. Luego, como es natural, entre los índices y los pulgares agarra sendos extremos y se pone a jugar con el spaghetti adentro-afuera- adentro-afuera. Cuando le hago ver que me parece una guarrada me contesta que, más bien al contrario, se trata de un Don. Al parecer la única condición necesaria para esta prestidigitación es que el spaghetti este “aldente”, porque sino según mí amigo se partiría.
Os preguntareis ¿ a santo de qué arrimo esta historia aquí?. Bueno la verdad es que últimamente, al igual que el avogado, tengo la sensación de estar en uno de esos programas de televisión en los que todos, incluido el público asistente, son friikis. Pero ¿quién no lleva un friki dentro? digo yo. O peor aún ¿quién no lleva un friki al lado?. Hace años tuve un amigo, de aquella todavía no había cadenas privadas de televisión, al que le gustaba merendar bocadillos de sardinas. Esto no tendría nada de extraño sino fuera por el hecho de que previamente les espolvoreaba por encima un poco de Cola Cao.” Ni mucho ni poco” me decía concentrado en la tarea, “la medida justa, la medida justa”. Ya veis, un bocadillo de peces muertos con Cola Cao y le preocupaba la jodida “ medida justa”.
Alguien a quien no voy a delatar, me jura que el mayor placer del acto sexual es chupetearle el ojete a su novia. Me lo dice con la misma naturalidad con la que luego me recomienda probar, en el Dezaseis, el pulpo con almejas. Pero ¿cómo vas a fiarte de los conocimientos gastronómicos de un tipo al que le gusta chupar el ojo del culo de su novia?, ¿a qué coño sabrá el pulpo con almejas me pregunto yo?.
En mi familia tengo un miembro del sexo femenino que suele mojar en el café del desayuno trozos de queso Gouda en lugar de la clásica galleta de toda la vida. Reconozco que las galletas pueden llegar a aburrir, lo sé bien yo que trabajé en una fábrica durante un par de años, ¡pero coño ahora hasta las hacen rellenas de queso!. Llamadme convencional si queréis pero la verdad es que a la mesa yo no tengo demasiadas manías. En la cama es ya otra historia…
Por cierto hasta mí propio hijo Samuel últimamente está comenzando a desarrollar una extraña habilidad. Es capaz de dormirse mientras camina. Eso sí que es un Don.

COSMO´S FACTORY

Bueno, a estas alturas los que me conocéis ya sabréis que yo soy un tipo que camina en círculo, que es una manera como otra cualquiera de avanzar y también de retroceder. Por lo tanto paso periódicamente por los mismos lugares. Que nunca son los mismos en realidad.
Hace años lo oía en casa de mi hermana en un viejo LP de mi cuñado. Me parecía cómico aquel barbudo montado en bici. Pero cuando el plástico negro comenzaba a girar y la aguja crepitaba y sonaban los primeros acordes de guitarra, me transportaban instantáneamente al San Francisco de finales de los 60 y principios de los 70 sin moverme de la habitación. He estado allí multitud de veces gracias a esta gente y lo recuerdo con más nitidez que mi primera comunión. Después lo grabé en una cinta BASF y lo escuchaba en casa por las noches durante semanas y semanas. En mi cabeza “En el camino” de Kerouac suena así.
Por fin alguien en estado puro de lucidez decidió editarlo en cd, así que si veis a un tipo conduciendo un fiat gris y moviendo la cabeza rítmicamente podéis saludarme porque seré yo.

Qué decir de esta banda, su sonido es como si saliera de un cubo de metal. Lo mejor que podéis hacer si os lo encontráis es destaparlo.

Dicen que nunca se olvida la primera novia, pues bien yo no la recuerdo. Pero lo que sí puedo aseguraros es que jamás se olvida la primera vez que se escucha Ramble Tamble.

BISONTES Y HAMBURGUESAS

A veces echo de menos los tiempos en los que iba de putas, lataba a clase y robaba en los comercios. Una vez prendimos fuego a los maniquíes que había en unas buhardillas y tuvieron que intervenir los bomberos porque acabó ardiendo el tejado de todo el edificio. Todo por un bisonte mal apagado. Otras veces mientras uno hacia guardia el resto entrábamos en los pisos de los estudiantes, por el patio de luces, y nos quedábamos con parte del presupuesto. Supongo que se echarían la culpa los unos a otros mientras nosotros en la vieja hamburguesería Frankfurt nos comíamos las mejores hamburguesas que jamás nos hayamos comido. Ahora hay una tienda moderna en lugar de la hamburguesería pero hasta hace bien poco podías comer allí los mejores mixtos de ciudad.
Me acuerdo de D., no estaba buena en absoluto pero fue la primera que me hizo una paja en un portal. Bendita sea. La vi años después y había mejorado mucho pero ya no se acordaba de mí. Mala suerte. Y también recuerdo a su hermana F que bailaba semidesnuda para nosotros mientras nos la meneábamos. Alabado sea el rock and roll.
¿ Qué era lo que yo solía escuchar en aquella época?... ¡ah, sí sí ya lo recuerdo!...”Cuando no queda nada ya mejor que la lluvia.....