31.7.07

DOS PERSONAJES EN BUSCA DE HISTORIA

A medida que tiraba del alambre y sus músculos se tensaban su cara se transfiguraba en una máscara grotesca. Algo así como una sandía pisoteada por una estampida de búfalos en mitad de la pradera. Al mismo tiempo producía un sonido gutural in crescendo, parecido a un ronquido, y que siempre acababa en blasfemia. Algo como esto “aaaaaAAAARGGGGGGMECAGOENCRISTO¡¡¡¡”. Después sin aflojar giraba alrededor de la estaca un par de veces hasta que el alambre se fijaba. Luego caminaba relajadamente hasta el siguiente palo donde todo volvía a comenzar.
Así se pasó la tarde entera, tirando del puto alambre y maldiciendo. Y no era una tarde cualquiera sino una de las más calurosas que podía recordar. El sudor le caía como un río por la espalda arrastrando polvo y polen en dirección al culo y de allí continuaba bajándole hasta las botas que poco a poco, se encharcaban como una cloaca.

La mujer desde la ventana observaba como aquél salvaje construía la valla. Fumaba un cigarrillo mentolado embutido en una boquilla de nácar de casi 15 cm. Estaba completamente desnuda a excepción de los zapatos de aguja que la elevaban varias pulgadas por encima del bien y del mal. Llevaba las uñas de los pies pintadas de amarillo y un peinado elaboradísimo. Además era rubia e idiota.
En su mano derecha sostenía un Dry Martín muy cargado de ginebra y tenía sintonizado el televisor en una canal comercial en el que un retrasado mental comentaba algo acerca de la pesca con mosca. El presentador asentía burdamente mirando a los ojos de la cámara para reforzar el efecto de las palabras del experto, que era nada menos que el campeón del condado. Había una oferta muy interesante para las primeras 20 llamadas y también te enviaban la caña a casa a portes pagados.

De no ser porque ambos estaban allí se podría pensar que alguien, probablemente un palurdo, había mezclado en alguna biblioteca profunda un relato de John Fante con uno de Samuel Dashiell Hammett.

30.7.07

PETITION THE LORD WITH PRAYED

Pido a Dios solemnemente que se vuelvan a poner de moda las cremalleras en los pantalones vaqueros.


Amén

23.7.07

FELIZ DIA DE ACCION DE GRACIAS

Se acerca como cada año el día de la GRAN HOMILIA del 25 de Julio. Rito en el que se ensalzará la grandeza de dios y de la patria. Clérigos de ambos bandos, explicarán el dogma a los fieles, desde sus atriles.

Aquellos que como yo tenemos las costumbre de estar de resaca ese día, nos lo pasamos entre aspirinas en vez de entre banderitas o estampitas. Por otro lado, a mí tanto dios como la patria me aprietan los huevos como un pantalón que me quedase pequeño, y eso es incomodísimo, además de ser una horterada.

Por lo tanto no me busquéis entre el rebaño por que no estoy allí.

BANDINI, capítulo I, versículo XXXVII

20.7.07

LOS NUEVOS USUREROS


Donde yo trabajo, no se pagan las horas, no se paga la antigüedad, el salario se divide en dos conceptos; el mínimo legal y (el resto hasta completar el sueldo completo) la remuneración voluntaria. De esta manera el empresario paga menos por el trabajador pero el trabajador cotiza menos al estado.
Esta no es una práctica aislada en las grandes y prestigiosas empresas. Pensad por ejemplo en como las multinacionales ( las que nos venden la ropa, la comida, el ocio) explotan a los trabajadores precarios del tercer mundo. Son los nuevos usureros.

Es decir que a día de hoy los empresarios pagan los sueldos a los obreros porque no pueden evitarlo y por que, de momento en Europa, la esclavitud es sólo una aspiración.

18.7.07

TU Y YO Y LOS DEMAS

Todo son etiquetas, porcentajes, compartimientos.
Esto es gallego esto es español,
este es un hombre, esta es una mujer
esto es de dios y esto del diablo,
esto es jazz y esto es blues.
Necesitamos las etiquetas, nos hacen partícipes el grupo,
nos hacen pertenecer y a la vez repudiar,
necesitamos saber dónde poner las cosas para que no se pierdan
en el ectoplasma…..
Nos da miedo pensar que todo es de todos
que nada es de nadie, que cada uno de nosotros
es irrepetible, único y perfecto,
que hubo un movimiento original del que somos herencia
y a caballo del cual llegamos, desde el principio de los tiempos
hasta hoy.

¡Abajo todas las fronteras ya sean étnicas, lingüísticas, religiosas,
nacionales, culturales……! no os preocupéis, no os preocupéis, me encuentro bien…ya pasó un mal momento lo tiene cualquiera. ¡Arriba lo que nos separa!

12.7.07

CUMPLIDO

Cuelgo de nuevo esta historia, los que conocíais mi antiguo blog ya la habéis leído y los que no debéis saber que colgué a medida que la fui escribiendo por eso está en dos capítulos. La cuelgo tal y como estaba, más o menos, y lo hago por petición familiar reiterada.

¡YA ESTÁN ENTRE NOSOTROS!





EL HOMBRE VERDE

Esta es la inefable y famosísima historia de mi encuentro con un hombrecito verde en la playa de Raieros. Me perdonareis pero mi memoria no es demasiado buena, demasiados años con el cerebro sumergido en espirituosas, así que inventaré la fecha y la hora porque no la recuerdo con precisión. También obviaré nombrar por sus verdaderos nombres a las personas implicadas en este suceso, por no hacérselo más penoso de lo que fue si alguna de ellas llegara a leer esto alguna vez y no quisiera ser reconocido/a.Eso sí prometo que en lo relativo a los acontecimientos propiamente dichos seré absolutamente veraz y fidedigno.Vayamos pues con la historia.

Corría el verano de 1986 y yo estaba de camping con mis tíos y primos. Las olas rompían en la arena las noches seguían a los días, el mundo era un orden adulto y numerable. Teníamos varias tiendas sucesivas unas de otras, en otras tantas plazas del camping Muiñeira. Por las noches nos juntábamos en la más grande de ellas que por supuesto era la de mi tio SM y allí se nos iban las horas entre partida y partida de chinchon. Ciertamente hay que decir que los chavales y chavalas de mi edad de aquel camping estaban ocupados en otros menesteres más propios de sus hormonadas edades pero yo, ya veis, prefería este costumbrismo de mis mayores o en su defecto quedarme leyendo a la madre de Gorki. ¡Y qué cojones podía hacer, tenía la cara llena de granos!.

Así que allí me tenéis con los pies sobre una silla observando aquel tumulto de palabras y de gestos. De pronto, se me ocurrió la idea de ir a dar un paseo por la playa, era pleno mes de Julio a las dos y pico de una noche estrellada y sin sexo. Salí de la tienda sin que nadie lo advirtiera, porque se estaban matando por una sota de bastos, y me dirigí al mar. El mar, tan grande, tan azul, tan lleno de bichos, el mar. Quien me iba a decir a mí que en aquel preciso momento una nave espacial llegada de alguna parte impronunciable de la galaxia estaba aterrizando en mi destino para que entre este pobre humano y el piloto de dicho aparato se produjese un contacto histórico. Aunque bueno, esto es una licencia que me tomo porque en realidad no tengo ningún dato verdadero para asegurar que aquél hombrecito verde fuera el piloto, tal vez fuera un subalterno de esos o algo así, no sé. En fin no es importante.
Cuando por fin llegue a la arena, me descalcé y encendí un cigarrillo. Por aquel entonces estaba yo empezando a fumar, a escondida claro, de haberme visto mi tía A me hubiera dado una hostia tan grande que hoy tendría que escribir esto pulsando las teclas con un palo sujeto en la boca, como el difunto SUPERMAN.

El mar estaba en calma la angustia muy lejos de allí. Me puse a caminar y a tararear un canción de AUTE exactamente “ Cine cine” no comprendía bien una estrofa que dice:

Al fin llegó el día tan temido más allá del mar
previsto por los grises de Henri Decae
cuánta razón tuvo el censor
Antoine Doinel murió en su domicilio conyugal.

¿Pero quién cojones es ese Henri Decae?, no lo sabía, todavía sigo sin saberlo.
Entonces fue cuando lo vi, a lo lejos, una especie de nube fluctuante y fosforescente. Me quedé clavado en el sitio, comenzaron a sudarme las manos y se me contrajo el escroto y el culo.La aparición a su vez pareció sufrir la misma suerte que yo, se quedó inmóvil a unos 100 metros de distancia de mí. Me dije a mí mismo – Tranquilo tío no pasa nada- y comencé a caminar de nuevo. Cine , cine, cine, cine más cine por favor…, la aparición comenzó también a moverse hacia mí. Volví a quedarme parado, en ese momento yo,( para que vamos a engañarnos han pasado muchos años), ya estaba muy acojonado. No obstante la aparición en esta ocasión no imitó mi comportamiento, lejos de eso se acercaba cada vez más y más rápido. Fue entonces cuando pude comprobar, eso sí vagamente, que tenía forma antropomórfica.

En mi puta vida creo haber corrido tan rápido como aquella noche, lástima que no hubiera ningún cronometrador porque estoy seguro de que batí varios records del mundo. Y no quiero decir con esto que las intenciones de aquel alienígena fueran agresivas, ni mucho menos deshonestas. Me imagino la impresión que se habrá llevado al verme batir con los pies en el culo como un campeón playa a través, no se puede decir que haya dejado el pabellón de la especie humana muy alto. Pero eso no es nuevo no hay más que echar una mirada alrededor para percatarse de lo patéticos que podemos llegar a ser los humanos, por lo menos los gallegos que son a los que yo más conozco.
Llegué al camping cagando hostias y empapado en sudor, pero…ya es un poco tarde y me duele la espalda así que lo voy a dejar aquí. Ya os diré otro día como sigue la cosa..



EL HOMBRE VERDE II


El camino desde la playa al camping lo viví como esas películas malas norteamericanas de adolescentes ( que parece ser tanto le gustan a Suso), en las que la victima ve a lo lejos las luces de la civilización como un faro de salvación mientras es perseguido por la bestia.
Cuando llegué, el asunto de la sota de bastos todavía coleaba y mi tía A recriminaba a mi tío MÑ de que no se enteraba de nada. Se quedaron flipados al verme en aquel estado de alteración nerviosa. Yo los miré convencido de que lo que a continuación iba a relatarles les cambiaría la vida para siempre y comencé, mal como pude, mi relato.

El primero en advertir que se hallaba ante un hito familiar, uno de esos momentos que pasan de boca en boca a través de generaciones enteras fue mi primo M. Dejó parsimoniosamente las cartas sobre la mesa y desabrochó una carcajada que retumbó por toda la ría de Pontevedra. El muy cabrón se ponía más colorado a cada paso y parecía que se fuese a quedar sin aire, pero aún así entre estertor y estertor conseguía deslizar un “¿pero tú dónde escondes esa mierda que fumas chaval?”. Los demás se unieron a la fiesta menos mi tía C que movía espasmódicamente la cabeza de un lado a otro mientras me observaba de arriba abajo fijamente.
Yo, no daba crédito a lo que estaba viendo, aquella pandilla de jugadores de cartas se mofaban ante mis narices del hecho histórico del primer contac entre civilizaciones realmente constatable.

- No hay más que bajar a la playa y lo veréis. Insistí.
- Sí vamos vamos - dijo mi primo M levantándose de un brinco de la silla.

Pero entonces, unos vecinos de tienda que se dedicaban al negocio de la joyería en Ourense, se mostraron reacios a bajar a la playa por lo que si yo estaba contando era parcialmente cierto. Decían que no me lo podía haber inventado todo porque nadie es tan buen actor como para hacer una representación tan perfecta. Decían que podía tratarse de algún loco…… .en fin tonterías por el estilo.
Lo cierto es que cundió la duda y la incertidumbre. Pero finalmente vencieron los más valientes y arrastraron con ellos a los demás.


De manera que ahí tenéis a vuestro héroe desandando otra vez el camino de la playa con las manos sudadas y el escroto y el culo contraídos.

Cuando llegamos de nuevo a la playa miramos desde el camino y evidentemente el hombre verde ya no estaba allí. Como el dinosaurio de Monterroso, ocurre en todas las películas. De pronto todos se convirtieron en valientes y yo en un perfecto estúpido. No recuerdo exactamente lo que me dijeron pero la humillación fue importante. Eran como esa jauría de perros ingleses cuando cazan al pobre zorro y lo descuartizan tan civilizadamente. Yo por mi parte seguía asombrado de que lo que acababa de experimentar fuera tan públicamente vilipendiado sin más. Me acordé de pobre Galileo, tratado como un loco y casi se me da por llorar. Pero no les concedí esa victoria.No obstante la cosa no quedó ahí.

Cuando regresábamos de nuevo al camping al llegar a la altura de la carretera vimos absolutamente asombrados como atravesaban sigilosamente, casi a paso de persona, varios coches de la GUARDIA CIVIL. Circulaban con las luces apagadas e iban llenitos de números.

-¿Qúe me decís ahora, está claro no?.- Les espeté
- ¡Joder pues algo raro está pasando!, dijo mi primo M

Alguien, no recuerdo quien pero creo que el joyero ourensano, salió corriendo a por unos prismáticos. Se los pasaron de unos a otros y comenzaron a hacerse una hipótesis que los tranquilizase.

Llegado este punto he de decir, que hasta el día de hoy esta hipótesis, en mi opinión absolutamente fuera de lugar, es considerada por todos los asistentes como la verdadera. Hay ejemplos a mansalva de esto en la historia, el hombre ante el pánico de lo incomprensible inventa cualquier excusa a la que agarrarse. La verdad humillante es que llegaron a la conclusión de que se trataba de un desembarco de contrabando, tabaco drogas o algo así, y de que el hombre verde que yo vi no era sino un contrabandista con un chaleco reflectante.
UN CONTABANDISTA,¿ habrase visto semejante estupidez?, ni que estuviéramos hablando de un cuento de Jack London.
En fin, es lo que tienen los racionalistas, lo joden todo. No hay con quien hablar. Cuando 2+2 dejan de sumar 4 se mean en los pañales.

Y bueno, eso es todo.

¡ Ah perdón ¡ me olvidaba, mi sicoanalista tiene una tercera versión. El dice que se trata de mi primera alucinación visual. Ni tabaco, ni contrabandistas, ni marcianos ni hostias. Es lo que tienen los Freudianos, son gente sin fronteras.


En Santiago a 19 de Abril del 2mil5, primer día del reinado divino de BENEDICTO XVI. La verdad el nombre de este papa me parece más propio de un coñac cutre o algo así que de un pontífice.