¡PODEMOS FORRARNOS!

Ayer no me encontraba demasiado bien por culpa de una pequeña infección en los senos nasales, así que tirado en la cama por la tarde mientras con el pulgar derecho me separaba los cojones del perineo, con los otros cuatro dedos me rascaba la parte de atrás del escroto con parsimonia casi zen. Es una técnica instintiva que supongo viene aprendida de mis mayores, y los vuestros, y que está grabada a fuego en el hipotálamo de los varones. Las hembras no pueden hacer esto porque sería una perdida de tiempo. En ellas mismas quiero decir. Por otro lado yo he intentado muchas veces que mi mujer me rasque los cojones de esta manera pero también ha sido una perdida de tiempo.

En fin, el caso es que mientras hacía este ejercicio “relajatorio” ( no sé si existe esta palabra, pero si no existe queda oficialmente inaugurada), al mismo tiempo, para que luego digan que los hombres no somos capaces de hacer dos cosas al mismo tiempo, yo me sorprendo a veces haciendo incluso tres cosas simultáneamente pero bueno esa es otra habilidad mía de la que ya os hablaré otro día. Digo que mientras me regocijaba en este placer peritoneal se me ocurrió una idea geniTal. Un hito.No había experimentado una lucidez tal desde mi famosísima época de la galleta efervescente y el agua en polvo.

El casco plegable. He aquí la solución a un montón de problemas con los que diariamente se encuentra el ciudadano motorista. La falta de espacio en las motos será algo del pasado, el casco plegable abre una nueva era para el mundo de las dos ruedas.

Señores/as, busco financiación no dejéis pasar esta oportunidad ¡podemos forrarnos!.