Érase un cabrón que reinaba en mitad del universo. En torno a él giraban todas las demás cosas, cosas naturalmente banales. Este cabrón, al que cabría definir de mil modos distintos, era fundamentalmente un sibarita. De modo que por su mesa sólo desfilaban los más exquisitos manjares. Pero estos manjares, debido a su voracidad, eran más escasos cada día. Ahora bien, sus siervos que se contaban por millones, se afanaban en buscar debajo de las piedras.
Y hete aquí que un día por fin, el gran cabrón se comió el último escrúpulo que quedaba.Después, según me cuentan, se tumbó sobre el costado y se durmió plácidamente
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7 comentarios:
Estoy rodeada de malditos cabrones!!!
no es raro hoy día. huye para el sur...
El mundo sin cabrones sería más bonito y tranquilo, pero también más aburrido.
No podía olvidarme de pasar por aquí a desearte unas felices Navidades. Espero que las disfrutes rodeado de los que más quieres, y que el 2007 supere con creces al 2006.
¡Pásalo muy bien! Unha aperta!
Hola!! Hace mucho que no pasaba ni por aquí ni por ni un lado, sólo vine a dejarte muchos besos, ha desear que tu navidad haya sido hermosa y a esperar que el año nuevo sea mejor en todo los aspectos.
besitos
o mundo está cheo de cabróns, si. pero tamén de xente xenial coma ti! que teñades un ano delicioso!bicos!
navegando pola rede, na busca de artigos sobre Marcial Villamor, cheguei aquí. neto entón del? pois saberás que eu son a que gravou esa reportaxe na casa de Manolo, coas
fillas dese home do que quixemos facer memoria.
saúdos.
sara jess; www.ocartafoldesilencios.blogspot.com
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