Érase un cabrón que reinaba en mitad del universo. En torno a él giraban todas las demás cosas, cosas naturalmente banales. Este cabrón, al que cabría definir de mil modos distintos, era fundamentalmente un sibarita. De modo que por su mesa sólo desfilaban los más exquisitos manjares. Pero estos manjares, debido a su voracidad, eran más escasos cada día. Ahora bien, sus siervos que se contaban por millones, se afanaban en buscar debajo de las piedras.
Y hete aquí que un día por fin, el gran cabrón se comió el último escrúpulo que quedaba.Después, según me cuentan, se tumbó sobre el costado y se durmió plácidamente
19.12.06
15.12.06
BANDINI
Bandini aparcó delante del supermercado. Miró en el retrovisor y se arregló un poco la perilla, apagó el cigarrillo y salió.
Era ya tarde y la acera estaba llena de gente que salía a tomar el aire después de un horrible día de calor. Los edificios tenían las ventanas abiertas, tragando el fresco que traía la noche, como si fueran moribundos buscando un sorbo de oxígeno antes del último estertor.
Bandini revisó la lista, arroz, leche, galletas, coca cola, gaseosa, agua y patatas. Asomada al balcón, una chica lo observaba todo desde arriba, “no te olvides de nada” le dijo. Bandini le enseño el papel, la chica sonrió y se metió dentro de casa. Por un momento Bandini pensó que no estaría nada mal añadir aquella chica a su lista de necesidades básicas, pero se le pasó enseguida.
El super estaba prácticamente vacío, justo como a él le gustaba. Siempre compraba allí así que no tardó en encontrar cada cosa. La cajera era nueva, le cobró 165 por el arroz, 160 por dos botellas de leche, 289 una caja de galletas, 169 la coca cola, 49 la gaseosa, 186 las seis botellas de agua y 249 una bolsa de patatas nuevas. Número de artículos 7, total 1267 le atendió la SRTA ANA. Muchas gracias Ana.
Luego en la calle se fue directo al cajero del video club y se puso a seleccionar películas, dudaba entre Juana de Arco y Man on the Moon. De pronto sufrió un extraño lapso y se descubrió dándose cuenta de que era incapaz de hablar de sus problemas. En el sicoanalista todo estaba parado desde hacía ya meses, simplemente silencio, por las mañanas iba a trabajar como si lo llevaran al matadero, no tenía claro si tener un hijo o romper con su compañera.
Pero qué coño me está pasando, pensó, yo tenía que haber sido el mayor poeta de mi generación, ¡por el amor de Dios!.
Finalmente se decidió por Man on the Moon.
En el portal de casa abrió el buzón y encontró una pequeña hoja de calendario arrancada:
Lunes 3 abril 2000
“Vuestra Fe no está fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en
el poder de Dios”.
1 Corintios, 2:5.
La Fe consiste en un acto de abandono que nos saca de nosotros mismos.
Era ya tarde y la acera estaba llena de gente que salía a tomar el aire después de un horrible día de calor. Los edificios tenían las ventanas abiertas, tragando el fresco que traía la noche, como si fueran moribundos buscando un sorbo de oxígeno antes del último estertor.
Bandini revisó la lista, arroz, leche, galletas, coca cola, gaseosa, agua y patatas. Asomada al balcón, una chica lo observaba todo desde arriba, “no te olvides de nada” le dijo. Bandini le enseño el papel, la chica sonrió y se metió dentro de casa. Por un momento Bandini pensó que no estaría nada mal añadir aquella chica a su lista de necesidades básicas, pero se le pasó enseguida.
El super estaba prácticamente vacío, justo como a él le gustaba. Siempre compraba allí así que no tardó en encontrar cada cosa. La cajera era nueva, le cobró 165 por el arroz, 160 por dos botellas de leche, 289 una caja de galletas, 169 la coca cola, 49 la gaseosa, 186 las seis botellas de agua y 249 una bolsa de patatas nuevas. Número de artículos 7, total 1267 le atendió la SRTA ANA. Muchas gracias Ana.
Luego en la calle se fue directo al cajero del video club y se puso a seleccionar películas, dudaba entre Juana de Arco y Man on the Moon. De pronto sufrió un extraño lapso y se descubrió dándose cuenta de que era incapaz de hablar de sus problemas. En el sicoanalista todo estaba parado desde hacía ya meses, simplemente silencio, por las mañanas iba a trabajar como si lo llevaran al matadero, no tenía claro si tener un hijo o romper con su compañera.
Pero qué coño me está pasando, pensó, yo tenía que haber sido el mayor poeta de mi generación, ¡por el amor de Dios!.
Finalmente se decidió por Man on the Moon.
En el portal de casa abrió el buzón y encontró una pequeña hoja de calendario arrancada:
Lunes 3 abril 2000
“Vuestra Fe no está fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en
el poder de Dios”.
1 Corintios, 2:5.
La Fe consiste en un acto de abandono que nos saca de nosotros mismos.
LA GRAN COMILONA
11.12.06
7.12.06
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