No puedes evitar que de pronto
te llueva encima.
Puedes sentarte a esperar y rezar
para que la tormenta,
que siempre trae algo nuevo,
no se lleve demasiado.
¿Quién conoce plegarias atendidas?.
Por mi parte, el deseo de creer en Dios,
que es la mayor ambición de mi vida,
es toda mi religión.